
Después de haber realizado un análisis muy sucinto sobre la situación que guarda la
infraestructura carretera nacional y sus antecedentes, es adecuado hablar ahora de lo que
depara el futuro para este sector, tan importante para el desarrollo nacional, dentro de los
planes gubernamentales. Hasta donde se conoce, amables lectores, el gobierno federal
prepara un nuevo plan carretero, denominado Programa de Seguridad Vial de la Red
Federal de Carreteras Libre de Peaje, el cual considera una inversión de 17 mil 969
millones de pesos a ejercerse en los próximos cinco años. El mencionado plan está
incorporado en el Paquete Presupuestal 2023 como parte de los proyectos de la
Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).
Como vemos, la inversión estará orientada hacia el renglón de la seguridad carretera.
Pero es importante señalar que no se menciona algún monto, ni privado ni público, para
ampliación o mejoramiento de la infraestructura carretera. Sin embargo, sí es plausible
que se atienda el aspecto de seguridad, pues la cantidad de accidentes y muertes
asociados a las malas condiciones de las carreteras libres de peaje y autopistas es cada
día más abundante a lo largo de los 40 mil 562 kilómetros que conforman esta red.
Veamos esto en cifras, amables lectores.
Según datos de la SICT, existen 10 mil 458 puntos de riesgo distribuidos en 508 puntos
de conflicto, 172 tramos de conflicto, mil 740 puntos críticos y 8 mil 68 zonas de riesgo.
Asimismo, de acuerdo con el Anuario Estadístico del Instituto Mexicano del Transporte
(IMT), en el país se estima que “durante el año 2020 en la Red Carretera Federal Libre de
Peaje y de Cuota, se registraron 11 mil 449 siniestros vehiculares que provocaron 2 mil
772 personas fallecidas en el lugar de coalición y 6 mil 706 lesionados.”
En la clasificación de las principales causas de esos siniestros, el primer lugar lo ocupa la
imprudencia de los conductores, con 3 mil 32 casos, y el segundo lugar, las malas
condiciones físicas del camino e infraestructura, con 2 mil 735 siniestros. Por otro lado, en
un análisis de la propia Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes se
informa que los estados en donde se registra el mayor número de accidentes viales (que
en 2020 sumaron 2 mil 235) causados por las malas condiciones del camino son Morelos,
con 338; Sinaloa, con 330; Veracruz, 227 y Chiapas, 154. Baja California Sur, Quintana
Roo y Aguascalientes registraron el menor número de accidentes, pues en conjunto
reportaron sólo 39.
Ante estas cifras alarmantes, amables lectores, es buena noticia que se haya dado a
conocer este plan de seguridad de la red de carreteras sin peaje para que los usuarios
que circulan por ellas cuenten con todo el género de garantías preventivas de accidentes.
Este proyecto incluye señalización vial, mejoramiento de entronques, instalación de
dispositivos de seguridad, modificación de la sobreelevación y/o ampliación en curva,
ampliación de la sección transversal, pasos peatonales a desnivel, instalación de
semáforos , mejoramiento de la superficie de rodamiento, rehabilitación de retornos y
rampas de emergencia para frenado.
Sin embargo, nos parecería mejor si se señalaran los montos de inversión de la iniciativa
privada para la realización de este proyecto de seguridad carretera y otros más que
tengan que ver con la ampliación, modernización y mejoramiento de la infraestructura. Es
momento de que se atienda como se debe este sector vital para el progreso del país y
que salga del olvido. Y para ello, la inversión privada es fundamental.
Hasta la próxima.
Por: Alfredo Pérez Guzmán